Quedamos a las 8:30 en el lugar acordado, con mucho frio, me parece
que pocas veces hemos salido con unas temperaturas como esas, según alguna
página web, la sensación era de -13 (aunque luego tampoco fue para tanto).
Éramos tres valientes, J.C., Crack y el Pepe, la salida prometía, pero
antes de llegar a dar ni siquiera ni una pedalada, oímos de fondo al Crack que
dice "esperad que se me ha salido la cadena". Ojalá solamente hubiera
sido eso, vimos con sorpresa como el Crack movía los pedales y la rueda no se
movía, o lo que es lo mismo, los piñones no engranaban con el buje. Después de
hecharle un vistazo y probar varias cosas nos dimos cuenta de que no había
manera de solucionar el problema.
Entonces en un momento de lucidez a J.C. se le ocurrió una magnífica idea,
ir a almorzar a Ca l'Andorrà, subir las bicis en el camión del Crack y así
podríamos hacer J.C. y el Pepe, por lo menos los senderos de bajada. Hay que
reconocer que al Crack le dolió un poco no poder hacer la salida, pero estas
cosas pasan, gajes del oficio...
Cuando nos disponíamos a salir nos llama el Javi para ver cómo iba la cosa,
y cuando le dijimos que íbamos a almorzar no tardó ni un segundo en decir
"yo también voy". La verdad que no se muy bien cómo fue la cosa, pero
en cuestión de 30 minutos había dos coches llenos de llaneros en el Andorrà
dispuestos a almorzar, (Javi, dedícate a la logística que se te da de p...
madre). Es curioso cómo al principio no podía salir nadie por diferentes
motivos, y en un ratito, sólamente con decir la palabra "almuerzo",
salen llaneros como churros.
Esta parte ya es de todos conocida, buen almuerzo, buena compañia, buenas
risas, y pasamos grandes momentos en el almuerzo. Cuando se nos acabaron los
chupitos decidimos levantarnos de la mesa, los que viniveron en coche se fueron
para casa (el Crack con su camión claro), y nos quedamos J.C. y Pepe subidos en
nuestras bicis, dispuestos a bajar desde Castellfollit hasta Igualada, la
verdad que no lo teníamos muy claro por que estaba todo nevado, pero había que
intentarlo.
Nunca habíamos ido en bici en nieve así que era una experiencia nueva para
los dos, y hay que reconocer que es muy recomendable, la diversión está
asegurada, da igual que sea pista o sendero, en los dos tienes que tener
cuidado, sobretodo en la pista, por que hay que vigilar mucho de no pisar
hielo.
Sinceramente, ha sido uno de los días más espectaculares desde que salgo en
bici, los senderos ya eran conocidos, y sabíamos que eran largos y que
había alguna zona técnica, pero se podía solventar sin problemas. Los primeros
senderos ,que era donde más nieve habia, fueron impresionantes, tenías que
estar muy atento por que la nieve no te dejaba ver bien cual era el trazado
bueno, y eso hacía que estuvieras en tensión durante todo el recorrido por
sencillo que pareciera. Cuanto más bajábamos, más disfrutábamos y cuando ya
estábamos llegando, se nos puso a nevar (poca cosa) y eso fue la guinda a una
salida magnífica.
La verdad que será recordada durante mucho tiempo por su espectacularidad,
sinceramente , es muy recomendable, parece una locura el ir en bici con nieve,
pero es muy muy divertido...
Llegamos al camino de Can Roca cerca las dos menos cuarto del
mediodía y los kilómetros debieron ser ridículos, no creo que salieran más de
15, no lo se seguro porque tengo el cuentakilómetros estropeado, pero aún así
fue un gran día.
Crónica por Pepe el Autobusero
Saludos cordiales
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